miércoles, 19 de enero de 2011 - 01:23

Amistoso a las piñas

Banfield intentó jugar un amistoso con Estudiantes de Caseros que duró solo 23 minutos, ya que la nueva incorporación, Jorge Achucarro, se tomó a golpes con  Nicolás Gásperi.\n\nTodo comenzó con un codazo de Achucarro en el tabique nasal de Nicolás Gásperi, el joven defensor del club de Caseros. Gásperi se toca la nariz y el reflejo de la sangre en su mano genera el impulso de una respuesta violenta . El puñetazo que le arroja al paraguayo es instintivo. Pero no llega a destino. Sebastián Méndez, jugador de carácter fuerte, se muestra sereno en su rol de técnico. Intenta separar. Ariel Rosada no le da tiempo. Empuja el rostro del jugador herido con ambas manos. Y si no pierde el equilibrio, es por una buena postura. Marcelo Bustamente también tiene ganas de boxear. Y el que la liga, cuando ya hay unos 40 hombres emulando una batalla de espartacos en la película “300” , es Emmanuel Giménez, que recibe un impacto de las manos enguantadas del arquero Pablo Santillo, que llega enloquecido desde su arco, con las pulsaciones a mil, pega y retrocede.\n\nPasaron 23 minutos de ese primer tiempo en el que el Gallego buscaba probar la mejor versión de su Banfield -sin Walter Erviti- y Salvador Pasini, la de Estudiantes, que se prepara de cara al inminente inicio de la Primera B. Pero de fútbol, ni hablar. Todo es descontrol, violencia, amenazas que nunca llegarán a destino y un absurdo más propio de un picado de una canchita de cualquier barrio que de profesionales bien asalariados .\n\n“Esto es fútbol, ¿por qué reaccionás así?”, le grita Víctor López, el capitán, al pibe de Estudiantes, que se retira del campo de juego cubierto de sangre. De nada había servido las advertencias del Tano Pasini, viejo zorro del Ascenso, cuando les gritó a los jugadores propios y ajenos: “Vayamos despacio, sólo es un entrenamiento”.\n\nInmediatamente, el partido queda inconcluso. El médico del equipo de Primera B confirma que Gásperi no tiene una fractura, sólo una bronca indisimulable.\n\n“Me venía midiendo” , dice de Achucarro. Sin embargo, el paraguayo no está avergonzado. “Estábamos un poco duros porque hicimos trabajos en la arena y nos sentíamos pesados. El chico pegó en reacción y los compañeros saltaron, de ahí derivó todo. Fue lamentable. Pero yo no estoy arrepentido ”, asegura. “Son cosas de pretemporada” , dice Méndez.\n\n