Cuando en el minuto 43 del segundo tiempo, Rubén Forestello definió con frialdad una jugada bárbara de "Garrafa" Sánchez, los hinchas de Banfield empezaron a darse cuenta de que el ascenso a Primera División ya era una realidad.\n\nEn un segundo se desató la locura. A Quilmes ya no le quedaba más tiempo para dar vuelta la historia. El 4 a 2 era una sentencia definitiva y el "Taladro" ya comenzaba a festejar la vuelta a la máxima categoría del Fútbol Argentino.\n\nEl 'Yaqui' Forestello tenía sus ojos inundados por las lágrimas. A los 30 años, estaba dando la segunda vuelta olímpica de su carrera. La primera fue con El Porvenir, en 1998. Encima, fue un jugador clave a lo largo de toda la temporada. No hay que olvidar que, en el partido de ida, marcó el gol de la victoria, que le permitió al equipo de Ramón 'Mané' Ponce ir a jugar con mucha más confianza al Centenario.\n\n- Fuiste uno de los pilares que tuvo Banfield para lograr el ascenso. ¿Estás contento por eso?\n   - ¡Por supuesto! Para mí es un gran orgullo haber aportado algo para que Banfield pueda volver a Primera. Estamos muy contentos.\n\n- ¿Cómo festejaste este título?\n   - Con mi familia, con mis amigos... con los hinchas. Después del partido, fuimos al estadio y ahí estaba toda la gente esperandonos. Dimos la vuelta olímpica, lloramos, nos emocionamos mucho.\n\n- Y ahora van a seguir los festejos, porque el premio por ascender será un viaje a Cancún.\n   - Sí, eso es algo que el presidente prometió, pero hasta ahora no sabemos en qué fecha lo vamos a hacer. También hay una plata lógica, en concepto de premios, por haber logrado el ascenso.\n\n- ¿Los jugadores entran a la cancha pensando en el premio que van a recibir si ganan?\n   - Yo, personalmente, no. Mi esfuerzo pasa por otro lado. Yo estoy feliz por haber logrado un campeonato, porque no cualquiera lo consigue. El dinero, en la vida, no te hace quedar en la historia. Dar una vuelta olímpica, sí. Más teniendo en cuenta que fuimos un equipo sacrificado y humilde, donde teníamos pretenciones menores a las que podían tener Quilmes o Instituto.\n\n- O sea que a ustedes también los sorprende haber logrado el ascenso...\n   - No, no. Cuando arrancó la temporada, nosotros teníamos la ilusión de ascender. Pero sabíamos que íbamos a tener que luchar contra algunos equipos que se habían preparado exclusivamente para eso, con buenos refuerzos. Banfield es una institución que tenía como principal objetivo sanear sus cuentas. Nosotros entendimos el proyecto de los dirigentes, pero nunca renunciamos al título. Pusimos mucha garra adentro de la cancha y no le regalamos nada a nadie.\n\n- Ahora vas a tener la posibilidad de jugar en Primera. ¿Cuáles son las espectativas, en lo personal, para la próxima temporada?\n   - Hoy por hoy, a los 30 años, yo no tengo la posibilidad de jugar en otro equipo de Argentina que no sea Banfield. Es muy jodido que a esta edad te contraten. Si aparece alguna posibilidad de irme al exterior para hacer una diferencia económica, la estudiaría. Pero mi deseo pasa por jugar en Primera y que podamos mantenernos allí. Yo quiero seguir en este equipo, porque además me siento bien con el grupo que se armó. Pero la última palabra la tienen los dirigentes. En Primera División hay otras obligaciones y ellos decidirán quiénes van a seguir y cómo van a reforzar al equipo.