lunes, 26 de julio de 2010 - 12:00

Profeta de su tierra

Me paré impulsivamente y recorrí unos 10 metros hasta el fin de esa larga cortina negra que formaba un rectángulo en El Galpón. Encontré el final de la tela que hacía de puerta, la corrí y ahí me encontré con ella: La estatua de Garrafa.\n

Casi lista. Perfecta. Era Garrafa en pinta: Desfachatado y con la remera de la banda de Banfield. Una estructura de casi 2 metros que emociona hasta los huesos. “Lo de la estatua fue complicado, no juntamos llaves ni para hacer una pierna” Comenta Jorge Gionco, autor de la obra. “La gente se piensa que las llaves se funden y con eso se hace la estatua, pero no es así. Se usan para venderlas y comprar el pulvi-bronce, que es el material con el que se hacen las esculturas. Por suerte esta casi terminada" Click para ampliar.