sábado, 09 de abril de 2005 - 20:42

POBRE LANÓ, POBRECITO...

Con la derrota humillante del sábado en su casa, comienza una nueva y ya cansadora crisis en Chingolo. El equipo no juega a nada, no tiene sangre, sus pocos seguidores no pueden aportarle nada y tienen un DT al cual se le hará muy difícil levantar esta pesadilla. Solo les queda ánimo para pelear el descenso, insultar a sus jugadores y exigirles lo que ellos no tienen: sangre en las venas y huevos como su Papá.

Tendrán que seguirnos por Fox en nuestras excursiones internacionales que aún no pueden digerir y recordar una copa de leche que era tan triste que ya no se juega mas, nunca más....capaz, la palomita de Graziani los ayude a vivir algunos años más, pero así, no creemos que lleguen a los 100. Además de todo esto y como si fuera poco, el sábado se vivió un hecho increíble, al cuarto gol de Banfield, los pinguinos querían irse en masa, volver hacia sus nidos, pero la barra brava local se tomó el trabajo de pararse en la puerta para no dejar salir a nadie y no pasar mas verguenza. Increíble. Lo positivo de esto es que al menos hicieron algo en la tribuna, ya que alentar.... NADA!. barrabrava