jueves, 10 de septiembre de 2009 - 00:43

La gloriosa gente tambien juega

Juan Carlos encabeza la cena familiar. Faltan días para el Clásico y recuerda una tarde en la que de la mano de su tío fue a la cancha de Lanúshh para ver un Clásico. “Fue a mediados de los 60. Ganamos 1 – 0 con gol del Nano Areán. Era una de las primeras fechas del campeonato, y lo festejamos mucho”. Mira a su hijo Ignacio y agrega: “Si el abuelo viviera te contaría los partidos de los 50, una paliza tras otra, siempre los tuvimos alquilados”. Ignacio mira a su paá, la familia escucha la historia, se respira Banfield.\n\nOtra casa, otra familia, la misma pasión. Roberto, el más grande de 4 hermanos, con mucha diferencia de edad por sobre el resto, típico cuarentón simpático, rememora aquella tarde de mayo de 1987. “Fue 3 – 2 en cancha de ellos, los eliminamos del Reducido por el ascenso. En nuestra cancha habíamos empatado 0 – 0 y se pensaban que la tenían fácil. No lo tenían en cuenta a Pico Hernández, que ese día la rompió”. Mientras escucha su amada música ochentosa deja una verdad flotando en el ambiente: “en los mano a mano, contra nosotros, no pueden, manda la historia”.\n\nFederico, más joven, sabe de esto. Recuerda esa soleada mañana en la que Santiago Rodríguez nos hizo gritar de alegría en la Cubetera. La magia de Garrafa, el sacrificio del Moncho, los desbordes del Lorito, el gol del Lechuga. Su primo, Lucas, de Embalse, en Córdoba, lo visitó en la Semana Santa de 2006. Él de sorpresa, sacó las entradas para ir a la cancha de ellos. El abrazo que se dieron tras el triunfo por 2 – 0 quedará por siempre como uno de los recuerdos más fuertes de sus vidas.\n\nJonathan, un niño, apenas empieza a saber el sabor de la vida. Estudia, como vos, como cualquiera, pero confirmó como se cuenta hasta 5 un sábado 8 de marzo. ¿Te acordás? Él quiere volver a vivir eso.\n\nJuan Carlos irá con sus hijos, deseando que Silva se convierta en el Nano Areán de los 60. Roberto caminará por 29 de Septiembre con sus hermanos rezando para que la garra charrúa de Pico Hernández se vea reflejada en Papelito Fernández. Federico cuenta las horas para ir a sacar la entrada y ya lo invitó a su primo, que le mentirá al patrón el lunes para justificar su ausencia en el laburo. Jonathan ya le contó a la chica del curso que le gusta que el domingo “tengo que ir a la cancha” y que no podrá salir a tomar nada por Maipú. Es una cita de honor. ¡¡¡ Juega Banfield Carajo !!! Vamos a ir todos, en busca de repetir las historias vividas, sabiéndonos mejores, superiores, siendo conscientes de que nosotros también jugamos y orgullosos de ser de Banfield, el equipo más lindo del mundo.