Por Guido Cichello. Banfield arrancó muy bien torneo venciendo en casa a un diezmado Gimnasia que se vió superado por el oportunismo que tuvo el Taladro para convertir los dos goles en los momentos justos, uno al comenzar el partido (Erviti) y el otro a poco del final (Prichoda). Hubo puntos altos en lo individual con Hilario, Soto, Rossi, Erviti, Sarmiento y Silva, pero aún falta mucho para encontrar la mejor versión colectiva.

El hincha se fue sonriente del estadio, sabiendo que su equipo dejó todo, que no mostró su mejor versión pero que es sumamente importante arrancar con el pié derecho el torneo. Ir ganando confianza es una de las premisas cuando comienza un campeonato y Banfield hoy cumplió con esa expectativa aunque estuvo lejos de la versión que pretende Vivas para el resto de los juegos. A destacar varios aspectos, más que nada en lo individual. Porque Hilario mostró la seguridad que había tenido en los amistosos. Soto fue de lo mejor de la última línea y Rossi en el medio fue quien le dio el equilibrio al equipo. Brian Sarmiento mostró destellos de gran jugador y se mostró desequilibrante cada vez que intervino en el partido. Lo mismo para Erviti y Silva quienes fueron los primeros defensores del equipo contagiando esa entrega al resto de sus compañeros. Hubo fallas defensivas, porque Gimnasia generó tres situaciones netas de gol, una en el primer tiempo con un mano a mano que tapó bien Hilario y luego con dos cabezazos de Niell que pasaron muy cerca de los palos del arquero de Banfield. Así todo el equipo supo golpear en los momentos justos y luego dominar las acciones mostrando la pausa necesario y el cambio de ritmo cuando el partido así lo pedía. Y cuando no se pudo tener la pelota, se corrió para recuperarla, algo que Vivas inculca a sus muchachos. Hay mucho por mejorar pero es bueno hacerlo desde el triunfo. El equipo ganó siendo esto lo más importante en un comienzo del torneo, ahora hay tiempo para corregir porque no todos los rivales darán las ventajas que dio hoy el Lobo en todas sus líneas.