Por Guido Cichello. Tras un pobre primer tiempo el equipo hizo todo bien en el segundo para justificar un 4 a 1 final gracias a los goles de Cecchini, Romero en contra, Guarini también por esa vía y Sarmiento, de tiro libre, para la victoria ante Gimnasia en el amistoso de Mar del Plata.

El fútbol tiene estas cosas, a veces cuando el balón comienza a rodar los problemas institucionales quedan de lado. Y si bien el equipo no tuvo un buen primer tiempo, demostró en el segundo que tiene ganas de salir cuanto antes de los problemas extra futbolísticos que tiene el club. Apoyados en el gran partido de Cecchini y Sarmiento, el resto acompaño bien y mantuvo la actitud que caracterizó al equipo en el tramo final del torneo. El primer tiempo sólo tuvo el gol de Vegetti para destacar. Luego no se sacaron mayores ventajas y la pelota pasaba de un lado a otro sin un dueño justificado. Pero en el complemento todo cambió.

Es cierto que Gimnasia colaboró en el segundo tiempo para que la goleada sea abultada. El equipo de Alfaro tuvo una noche para el olvido, sobre todo en lo defensivo. En esa zona dió ventajas no sólo en las marcas sino también convirtiendo dos goles en contra de su propia valla. Pero los de Falcioni controlaron muy bien el partido en el segundo tiempo imponiendo condiciones en todas las líneas. Defensivamente no pasó mayores sobre saltos, y el pibe Sosa pide pista en Primera. Soto también fue una de las figuras, pero Cecchini y Sarmiento se robaron todos los flashes. El volante central manejó los hilos del equipo y el enganche, fue la carta de desequilibrio. Aparece una luz de esperanza en el fondo de un camino minado de problemas. Banfield no extraño a sus referentes y sueña con la continuidad de los pibes, que al menos hoy, demostraron tener la responsabilidad para sobrellevar un momento complicado tanto en lo deportivo como institucional.