Banfield
necesitaba un partido así, quizás fue el mejor de éste semestre. Tuvo gol,
volumen de juego, destellos individuales y la determinación que se necesita
para quedarse con los tres puntos de local. Dátolo fue la bandera, pero estuvo
bien acompañado por Linares, Mouche y Carranza. La última línea respondió bien
a pesar de algunas jugadas claras de Olimpo y el triunfo terminó siendo más que
justo. Olimpo demostró por qué está al borde de perder la categoría, un equipo
sin ganas, poco fútbol y que dio ventajas en todos los aspectos de juego. Pero
mirando puertas adentro, Omar Piccoli debe quedarse conforme con lo que fue el
rendimiento colectivo del equipo. Banfield jugó a ganar desde el primer minuto
y eso tuvo su premio, justo una semana antes de jugar el partido más importante
de éste primer semestre del año. La visita a Lanús puede justificar éstos
primeros meses de 2018 en donde el equipo tuvo un andar irregular, no
consiguiendo el objetivo de pasar a la zona de grupos de la Libertadores. Pero el
clásico significa mucho para el plantel y sobre todo para un hincha que necesita
de una alegría semejante. Es el momento perfecto para derrota a un Granate que
viene capa caída en ésta Superliga. Será una semana especial en donde se respirará
aire de clásico en toda la ciudad.