“Yo arranqué jugando al Baby en Monte Grande y una vez me fui a probar a Guillón, porque vivía muy cerca de ahí, y tuve la suerte de quedar y arrancar. Estoy en el club desde muy chico, es un sueño para mí jugar en la Primera de Banfield”.

“Nosotros veníamos muy confiados, habíamos hecho las cosas muy bien contra Bostón River, con mucho volumen de juego, pero cada partido es distinto, contra Central se complicó más y se nos hizo cuesta arriba”.

En relación al partido de Ortigoza comentó: “desde un principio sabíamos que no lo teníamos que dejar jugar. Si le das espacios te mete la pelota donde quiere. Tiene mucha experiencia y sabe como caminar la cancha”.

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