Aún
duele la eliminación de la Copa Argentina, sin embargo, los batacazos siguen a
la órden del día. Ayer quedó eliminado Independiente en manos de Brown de
Adrogué, y anteriormente le había tocado a Unión. Ahora los dos objetivos de
Banfield son la Superliga, en la cual está quinto y la Copa Sudamericana. El
torneo internacional siempre seduce más, sin embargo si el Taladro mantiene una
posición expectante en el torneo local, tendrá muchas chances, a partir del
próximo semestre, de pelear para ingresar nuevamente a la Copa Libertadores,
gran objetivo en la Superliga. Para ello deberá derrotar el lunes a un Huracán
que tiene un gran entrenador y un excelente plantel con jugadores de
experiencia y juveniles que ya han sumado muchos minutos en Primera. Se conocen
de memoria Falcioni y Alfaro vislumbrándose así un partido trabado, luchado en
la zona media y con pocas situaciones de gol. Ganará quien saque ventaja en el
mínimo detalle. Es el típico partido en donde el visitante tiene más
posibilidad, ya que obliga al local a salir un poco más, cuando éste se siente
más cómodo esperando y saliendo rápido de contragolpe. Ambos técnicos practican
un fútbol muy táctico, con extrema concentración de los jugadores y en donde
basan sus fuerzas en aprovechar las ventajas que deje el adversario. Mucho se
cuidarán ambos equipos de no cometer errores. Falcioni y Alfaro se han
enfrentado en innumerables batallas y el historial es muy parejo. Conocen a la
perfección la idea del otro, y eso hace que los partidos sean poco lucidos.
Sumar de a tres para Banfield sería clave teniendo en cuenta que se metería
dentro de los tres primeros de la tabla de posiciones.