Hacía
mucho tiempo que la realidad de uno y otro no era tan dispar. Lanús, que dentro
de poco cumplirá un año de la final de la Libertadores, purga por mantener la
categoría, estando muy cerca de la zona roja del descanso. Necesita sumar si o
si. Por su parte Banfield, sumando de a tres se meterá de lleno en la lucha por
las copas internacionales, el gran objetivo de Falcioni. El Taladro viene de
golear a Aldosivi, hecho que confirma el posible equipo para el domingo. La
única duda es la presencia de Nicolás Bertolo por su tocayo Silva. El Mosquito tuvo
la fortuna de encontrar una posición en el campo que no venía ejerciendo. Ante
la polémica salida de Bertolo del primer equipo, por supuesta lesión que no
existió, se disfrazó de volante ofensivo izquierdo y lo hizo muy bien. Tuvo
allí Falcioni un refuerzo de lujo. Con Bertolo en cancha, Silva no hubiese
tenido minutos en el ataque de Banfield ya que el Emperador prefiere atacar con
un solo punta y tener volantes ofensivos por las bandas. Además, Dátolo tuvo un
gran partido contra el Tiburón y será titular indiscutido en el clásico.
Banfield jugará un 4-4-1-1, con Gómez por una banda y Bertolo o Silva por la
otra. Allí el equipo, encuentra el desequilibrio ofensivo necesario. La semana
de trabajo comenzó con trabajos físicos y de fútbol reducido. Entre mañana y
pasado harán fútbol en Luis Guillón y allí el técnico comenzará a darle forma
al once titular previo al gran partido del año, el clásico contra el eterno
rival.