En la previa aparecían los fantasmas de Lamadrid de la pasada edición
de la Copa Argentina. El equipo se había prometido tomarse el partido de hoy de
manera muy profesional y lo terminó demostrando dentro del campo de juego. A los
18 minutos Julián Carranza la empujó a la red ingresando por el punto penal
para el 1 a 0 tras un buen centro desde la derecha. El dominio continúo pero
Banfield prefirió controlar el juego desde la posesión del balón y no desde los
goles. Pero en el segundo tiempo, Reinaldo Lenis tras una salida del corner la
clavó contra el palo derecho pateando desde afuera del área. El tercero no
tardó en llegar. Martín Payero clavó un golazo de tiro libre, también sobre el
palo derecho del arquero de Juventud. Se dio la lógica, que no siempre se da.
Banfield demostró su crecimiento ascendente, desde River, pasando por Colón y
ahora en la Copa Argentina, el equipo sabe a lo que juega y supo acomodar sus
defectos en la última línea. Hoy Mauricio Arboleda casi no tuvo trabajo. Éste es
el camino, los objetivos son llegar lo más lejos posible en la Copa Argentina y
entrar en la Copa Sudamericana, para ello, deberá ganar todo lo que le queda de
local y tratar de rescatar puntos de visitantes. Banfield encontró su identidad
y Hernán Crespo lo sabe.