jueves, 07 de marzo de 2019 - 23:50

El soldado de la foto banfileña en Malvinas recuperó su casco

Aparecía publicado en internet a la venta. Beto lo vio y lo identificó sin dudar: Era su casco. A 37 años de la guerra, Jorge Altieri volvió a sostenerlo en sus manos. Los detalles de esta increíble historia de vida.
Se hizo famoso por desplegar la bandera de Banfield en las islas. Recorrió las redes sociales de cuanto hincha del Taladro hubiera. Años más tarde, su historia llegaría a todo el país. Es que por la gestión del medio Infobae, Beto Altieri pudo reencontrarse con su casco, el mismo que le salvó la vida hace 37 años.

"Casco argentino, guerra de las Malvinas. Batalla de Monte Longdon", decía el anuncio de la tienda virtual ebay, junto a la foto del casco perforado por las esquirlas de un mortero. Debajo estaba el precio:10.500 libras esterlinas, un poco más de 13.000 dólares o medio millón de pesos argentinos.

"Una rara oportunidad de poseer una pieza impresionante de la historia militar", había escrito el vendedor oculto tras el user blackrottie. Además contaba sobre la historia del casco. Decía que había sido usado en la Batalla de Monte Longdon, el 11 y 12 de Junio de 1982, que pertenecía al veterano Jorge "Beto" Altieri, quien había recibido "severas lesiones en la cabeza causadas por la metralla de los morteros británicos""Recibí infinidad de mensajes intimidatorios, amenazas e insultos que me hicieron tomar esa decisión", explicó Bruce Wilson, el coleccionista y vendedor británico detrás del user blackrottie, que había publicado la historia el día anterior provocando gran repercusión en todos los medios nacionales y agencias internacionales, razón por la que no eran pocos los ojos los que estaban tras el minuto a minuto de la subasta.

"Por las heridas que recibí en la cabeza en esa batalla perdí el ojo izquierdo y parte de la audición, no puedo mover el brazo y la pierna derechos, cada día que me miro al espejo recuerdo a Malvinas. Ese casco me salvó la vida, me permitió formar una familia, me dejó caminar por el país homenajeando a mis compañeros de Malvinas. Para mí era y es muy importante tenerlo" cuenta Beto.

"Cuando fue mi papá a visitarme la primera vez, yo me desperté del coma y lo primero que le pregunto es por mi abuela. Él me dijo que estaba todo bien, pero que por qué le preguntaba. Yo había soñado con ella y ella me había dicho que volviera. En ese momento mi abuela hacía un año que había muerto".

El casco no llegó solo. En su interior, en uno de los pliegues del equipo de protección, había un parche del Regimiento de Paracaidistas III británico, cuerpo que peleó en Monte Longdon el 11 y 12 de junio de 1982 su batalla más importante, y dos cartas, una de ellas de Wilson a Altieri, que decía:

Querido señor Altieri,

Estoy muy contento de que vuelva a tener su casco; su historia es asombrosa. Por favor, ahora sosténgalo fuerte y nunca deje que se lo quiten nuevamente.

Lamento que haya tardado tanto en entregártelo, pero ésta era una de las piezas más preciadas de mi colección y para mí era difícil deshacerme de ella, más aún después de conocer la asombrosa historia que la rodeaba. Soy un veterano submarinista y un coleccionista, así que para mí también fue conflictivo.

Desafortunadamente, a lo largo de estos años he recibido muchos mensajes abusivos que probablemente me hicieron ser más determinante en querer mantener el casco conmigo.

Sin embargo, el empresario anónimo que me contactó fue muy razonable, una persona educada y confié en él para hacer lo correcto.

En cuanto a los precios, esto no es inusual en el Reino Unido y en los Estados Unidos, cuando se trata de una pieza militar de este calibre. No estaba inventando los precios, sin embargo no deja de ser una pieza militar.

De todos modos, disfrute la atención de los medios de comunicación y mantenga el casco en exhibición.

Los mejores deseos. Bruce Wilson


Muy temprano el viernes 9 de abril de 1982 llegó a casa de los Altieri en Lanús la citación del Regimiento 7 de La Plata. "Prefiero morir en la guerra y no quedarme acá como un cobarde", le habría dicho a su madre, que había roto en llanto intentando que no se lo lleven.

Estuvo sólo seis días en el cuartel de La Plata y el 13 de abril partió. Dos días después pisó por primera vez las Islas Malvinas y con sólo 20 años se encontró cara a cara con la guerra. "Beto" estuvo en primera línea de combate en la Batalla de Monte Longdon. "Malvinas está presente todos los días en mi vida, porque cuando me levanto me tengo que vestir con una mano, atarme la zapatilla con una mano, limpiarme el ojo, con una mano. Me miro al espejo y veo Malvinas", confesaba hace apenas unos años.