viernes, 29 de marzo de 2019 - 23:53

Figurita repetida, fue derrota en la visita a Boca

El equipo cayó 2 a 0 ante un Boca oportuno que golpeó en los momentos justos aprovechando las ventajas defensivas del Taladro y algunos graves errores del árbitro. En ataque Banfield no aprovechó las oportunidades y terminó perdiendo ante un rival que desde el juego no fue superior, pero sí en las áreas.

Cuando parecía ser Banfield quien dominaba, Boca recibió la ayuda del árbitro Pablo Echeverría para marcar el 1 a 0, con una posición adelantada descomunal, de Wanchope Ávila. El gol le dio tranquilidad al local y desesperación a un Banfield que perdió el control de la pelota y regaló espacios en el fondo. Lucho Gómez sobre la línea salvaba la valla y Cambeses se revolcaba tratando de no recibir más goles. La zona media parecía ser dominada por Boca, Emanuel Cecchini no participaba del juego ni tampoco la recuperaba. Él sólo conteniendo a todo Boca, era demasiado. Dátolo apareció con algunas pinceladas y el pibe Payero no encontró el lugar apropiado en el campo. Lo más peligroso en ofensiva estuvo con Agustín Urzi quien perdió y ganó en igual medida ante Buffarini. El tandilense Álvarez no impuso condiciones y Julián Carranza tampoco le ganó su duelo a los centrales Xeneizes. En el fondo, Corcho Rodríguez volvió a dar ventajas, los laterales se proyectan bien, pero no se ubican correctamente en el retroceso, ya sea por ausencia o mal parados en una línea defensiva que achica muy adelante, regalando sus espaldas. Ocurrió con Defensa y Justicia y hoy con Boca. El gol de Pavón de contragolpe fue la figurita repetida de los últimos partidos. Un Banfield jugado en ataque y desguarnecido en el fondo. Festejamos la presencia de juveniles, hoy Banfield jugó con 11 futbolistas surgido de la cantera y ese es motivo de orgullo. Sólo falta ordenarlos correctamente y entender que ante un equipo de tal magnitud ofensiva, quizás sea recomendable tener un equipo compacto, sin tantos duelos individuales de uno contra uno. El marco, el rival y la gente, jugaron su papel y a éste equipo Banfield, plagado de pibes, pareció quedarle muy grande La Bombonera. Resta sólo una fecha para terminar la Superliga, un torneo de andar irregular de un equipo que sigue buscando su identidad en medio de tanta irregularidad colectiva. Éste equipo con tres o cuatro refuerzos de jerarquía, tendrá una gran Superliga en el próximo semestre.