El
balance del año no termina siendo bueno, pero la sensación del final no es
amarga, Diego Dabove asumió agarrando un equipo maltrecho anímicamente y que no
conseguía resultados. Intentó acomodar la cosa, sin tener alternativas y se
fueron viendo cosas buenas. En el juego ante Arsenal, el Taladro falló tres
posibilidades de gol muy claras, de esas que habitualmente no se erran.
Álvarez, Galoppo y Cruz fueron protagonistas de las acciones más claras. Los
del Viaducto tuvieron las suyas, pero tampoco la pudieron traducir en gol.
Terminó siendo un 0 a 0 ante un Lencho casi repleto, parecido al partido ante
Independiente de hace un par de semanas atrás. Habrá que hacer borrón y cuenta
nueva, pensar en refuerzos importantes para afrontar la triple competencia
venidera. Banfield necesita sumar puntos en el torneo local, afianzarse en el ámbito
doméstico, para luego sí, soñar en grande con una buena participación en la
Copa Sudamericana. La Copa Argentina es otra de las deudas pendientes que tiene
el Taladro edición tras edición. El plantel quedará licenciado por vacaciones y
volverán en los primeros días de enero a la pretemporada en Luis Guillón.