El Mundial paraliza, el fútbol es tan incierto e increíble que logra
tener ese efecto. El sufrimiento del 2 a 0 que se transformó en un 3 a 3 en un
abrir y cerrar de ojos ya es historia para una Selección que se ganó el respeto
de todos por su hombría de bien. Los penales dejaron de ser una lotería para
este equipo, que es un conjunto de leones enojados que salen de su jaula para comerse
a quien se le ponga adelante, hermanados solo por una camiseta. Chicos que se
prometieron dejar todo para jugar los siete partidos y se juramentaron llegar a la
final y ganarla. Y lo cumplieron.
Es la Selección dirigida técnicamente por Lionel Scaloni y que tiene
colaboradores silenciosos pero importantísimos. Choferes de bondi que
manejando con los ojos empapados mientras escuchaban cada partido, los que hoy
se transformaron en fanáticos futboleros a pesar de no haber pateado una pelota
en su vida o los que agotaron las camisetas celestes y blancas a nivel global.
De entrada, nuestro equipo nacional tuvo que bancarse varios goles (mal)
anulados pero con la ayuda de los pibes de Malvinas que jamás olvidaremos sacó
fuerzas para reponerse. Las lágrimas del payasito nos conmovieron a tal punto de
hacernos levantar la guardia para defender a Messi del ataque del mediático
Canelo, a quien mandamos pallá por bobo. Pasamos del recuerdo de Don Diego y de
la Tota al presente de la abuela la la la la la, hubo un equipo que jugó
siempre de local a pesar de la distancia y que lloró con los penales decisivos que
atajó el Dibu o escuchó a Ciro tocando el Himno más lindo del mundo con su
armónica en un avión. Las monjitas entonando temas de cancha, los alumnos
en las escuelas con el televisor prendido, Diegote en el balcón del cielo
alentando a los gritos, los obreros saliendo a las corridas de sus trabajos
para llegar a tiempo y los héroes del '78 y del '86 también fueron decisivos para obtener este resultado.
Con el corazón en la mano, pateamos todos juntos los penales de la final. Ya no hay grieta futbolística, nos merecíamos esta Copa, los momentos de felicidad son enormes, es hora de
seguir festejando, entramos en la historia ¡Argentina es nuevamente Campeón Mundial!