El que creía que Arsenal iba a ser un rival fácil, no conocía al rival. Desde hace varios partidos ellos levantaron su nivel y venían a Banfield con la intención de ganar para salir del fondo. Banfield también quería ganar pero no generó las situaciones de gol claras para quedarse con el juego. Fue un partido trabado y con mucha fricción. El equipo metió durante todo el partido y se entregó al máximo, tal como viene haciendo desde hace un par de juegos atrás. El empate no favorece a ninguno pero el Taladro llega al clásico habiendo sumado 7 de los 9 puntos posibles. El próximo será un partido clave en lo anímico. Ellos vienen de empatar 2-2 ante Defensa luego de ir ganando 0-2. Para Banfield se viene una semana distinta, como todas previo al clásico. Ganar es la prioridad y el empate no será mal negocio siempre y cuando se vuelva a ganar en casa ante Godoy Cruz la otra semana.