Parece el cuento de la buena pipa, una semana que debía transcurrir en paz y tranquilidad se vio nuevamente agitada. El presidente Carlos Portell habría presentado la renuncia indeclinable en Mesa Directiva. La misma está escrita, certificada y depositada en una escribanía con la orden de ser abierta luego de la disputa del último partido de Banfield en la temporada.

El objetivo de Portell es dejar en claro que él renuncia antes de cualquier desenlace deportivo, para bien o para mal él se despega ya.

La respuesta de Mesa Directiva fue sencilla o renuncia o no renuncia, no tiene sentido alguno renunciar "a futuro". En este momento complejo desde lo deportivo y desde lo institucional no hay lugar para medias tintas, no es serio renunciar, no renunciar, redactar la renuncia y ponerla a dormir 3 semanas para ver qué pasa.

Luego de volver del congreso de Fifa en Hungría, y donde fue nombrado "Inspector de Estadios", un cargo rentado en dicho organismo, el presidente participó de una sola reunión de Comisión Directiva y prometió no volver mas hasta que se haga efectiva la renuncia. Dicha actitud fue la que incomodó al resto de Comisión y que llevara a que le exigieran una definición.

En un momento donde se le exige compromiso a los jugadores y apoyo a los hincha, el presidente de Banfield tiene actitudes poco comprometidas con la realidad del club. Las próximas horas marcarán el desenlace de esta historia sin fin ni sentido.